FRUSTRACIONES: Cuando hay un impulso, un deseo, y la persona no es capaz de
satisfacerlo, aparece entonces lo que en Psicología llamamos frustración. Que
se manifiesta como un estado de vacío o de anhelo insaciado. La causa de la
frustración puede ser interna o externa al individuo que la sufre.
Muchos problemas vienen del mundo de las frustraciones que desencadenan en
las personas comportamientos agresivos tanto hacia el exterior como hacia el
interior, transformando al individuo en un ser antisocial o autodestructivo.
De una experiencia dolorosa, unas personas aprenden, reflexionan y obtienen
conclusiones positivas que les hacen por ejemplo más flexibles, tolerantes e
incluso fuertes. Otras, sin embargo, se hunden y no ven salida.
La frustración es una
respuesta emocional que aparece como fruto de un conflicto psicológico ante un
hecho no gestionado. El impacto de la frustración sobre una persona varía de
acuerdo a su personalidad y a diversas variables que son difíciles de
controlar.
Se le conoce como
frustración por barrera: la persona se frustra cuando existe un obstáculo que
impide alcanzar su objetivo.
¿Por
qué aparece?
Los factores que generan la
frustración son relativos y pueden ser diferentes en cada persona, ya que a
algunas personas una situación les causará frustración mientras que a otras
esta misma situación no les genere ningún problema. Esto es debido a las
situaciones con las que hemos convivido desde pequeños, las cuales nos preparan
ante estos factores o, por el contrario, nos vuelven más vulnerables ante
ellos.
Por otra parte, los
estándares de vida que nos exige la sociedad o el entorno que nos rodea pueden
hacer que no lograr satisfacer un deseo suponga una frustración. Por lo que
algunas personas en ciertos entornos, ya sea laborales o dentro de ciertas
sociedades, serán más susceptibles a caer en un estado de frustración, ya que
si un individuo se desenvuelve en un medio en que la mayoría de las personas
han logrado sus metas con éxito y él no lo logra puede que experimente con gran
facilidad una sensación de fracaso, llevándolo como consecuencia a la
frustración.
“El potencial de frustración
en general es mayor en las personas que viven en las ciudades industrializadas
que aquellos que viven en sociedades primitivas, más sencillas”.
En otras ocasiones, la
frustración es causada por factores existentes dentro de nosotros que impiden
la satisfacción de ciertos motivos. Esto debido a que muchas veces la
frustración se debe a las metas poco realistas, lo cual hace que sea muy
difícil alcanzarlas; en otros casos, la persona es demasiado crítica consigo
misma, por lo cual alcanza una meta, pero considera que no la ha alcanzado en
la medida deseada, lo que deriva en un estado de frustración. Esto se le conoce
como frustración interna.
Finalmente, la frustración
puede venir de la mano de otras personas. Esto se puede observar cuando tenemos
la seguridad de que estamos desenvolviéndonos bien en una actividad o que hemos
triunfado en el desempeño de esta, pero otra persona nos dice que no hemos
hecho bien nuestro trabajo, o que hemos fracasado en nuestro desempeño, esto
hará experimentar una sensación de frustración de gran intensidad, y por ende,
también será la forma en que la persona desarrolle un mecanismo de defensa.
Esto se le conoce como frustración externa.
La frustración en la mayoría
de los casos tiende a ser acumulativa, por lo tanto una serie de situaciones
frustrantes de pequeña importancia pueden lograr desbalancear la vida de un
individuo y que este se llegue a sentir frustrado, aún cuando cada una de
éstas, individualmente, no le causarían frustración en absoluto.
¿Cómo
nos afecta?
La frustración puede derivar
en mecanismos de defensa como ansiedad, rabia, depresión, angustia, ira o en
sentimientos y pensamientos autodestructivos para el sujeto.
- Ansiedad: ante una frustración la persona puede desarrollar ansiedad, la cual puede ser liberada físicamente mediante conductas usuales como mover una pierna cuando estamos sentados, comernos las uñas, mostrarnos impacientes, etcétera.
- Proyección: consiste en una reacción defensiva mediante la cual un individuo descarga la culpa de sus deficiencias, errores y malas acciones en otros; y atribuye a otros sus impulsos, pensamientos y deseos inaceptables.
- Evasión: la persona al ver frustrada la posibilidad de no alcanzar la meta que se había propuesto, llega a abandonar la lucha por lograr su objetivo.
- Agresión: ya sea de forma verbal o física.
- La presión: surge del intento de evitar acontecimientos negativos, en algunas ocasiones puede causar más estrés que los acontecimientos mismos.
Consejos
para superar una frustración
- Busca un plan B: cuando algo nos dificulte o nos impida alcanzar un objetivo que deseamos podemos canalizar nuestro esfuerzo y energía en lograr otra meta. Tener metas sustitutivas, es decir, buscar un plan B, nos ayudará a superar la frustración.
- Reconoce tus errores: de esta forma podemos iniciar un proceso mediante el cual trataremos de no cometer los mismos errores del pasado, o sabremos como reaccionar ante los hechos que nos impidieron alcanzar una meta. Debemos aprender de aquellas situaciones frustrantes del pasado y no verlas como una situación desagradable, sino como algo que nos dejó una lección y a partir de ese momento luchar por evitar que esa situación vuelva a ocurrir.
- Quédate con la parte positiva: mediante la experiencia crecemos y aprendemos.
- No busques la perfección: en general las ideas de perfección e inflexibilidad son contraproducentes para sanar y superar frustraciones.
- Fomenta tu autoestima y tómate las cosas con calma sin dejarte llevar por presiones externas.
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