lunes, 24 de junio de 2013

#Entérate ¿Cómo No Caer en la rutina en una relación?


Una relación de pareja es una de las cosas más complicadas que existen. Cada una es diferente y peculiar por lo que necesita un tratamiento personalizado pero, todas ellas coinciden en que, cuando se prolongan durante mucho tiempo, corren el peligro de caer en la rutina y perder la pasión

Los más propensos a caer en esta actitud son las parejas que ya están casadas hace varios años y, además, tienen hijos. Esta situación, cuando se junta con el estrés que nos produce el día a día y las preocupaciones cotidianas del trabajo, son el detonante para que una pareja olvide por qué están juntos.

Para combatir la rutina y conseguir que nuestra relación sea igual de satisfactoria y plena que el primer día

¿Cómo conseguimos no caer en la rutina?
  •  Para vivir cada día de forma diferente y no verlo como una sucesión de lo mismo, tenemos que pensar que la relación se construye diariamente y, en cada momento, seducimos y nos dejamos seducir. Por esto, no vale darse a la comodidad y olvidarse de ponerse guapo pensando en que la otra persona ‘ya ha visto todo lo que tenía que ver’.
  • “demostrar el afecto a través de cualquier detalle: una llamada, una sonrisa, un abrazo…” ya que, manteniendo vivo el amor, existen más posibilidades de tener una vida sexual plena y activa. Además, hay que pensar que, las mujeres relacionan estado de ánimo con sexualidad por lo que, necesitan tener un ambiente positivo y bueno para conseguir crear un clima apropiado.
  • Después de mucho tiempo con la misma pareja, una de las ventajas que existen es que se conoce perfectamente lo que le gusta en la cama pero, esto también se puede convertir en un inconveniente ya que, se hará todo de forma mecánica y monótona. Para evitarlo, simplemente hay que modificar los hábitos y probar a cambiar de postura de vez en cuando o nuevas técnicas. En la variedad está el gusto.
  • Por último, uno de los factores que nos hacen caer en la rutina es la llegada de los hijos al hogar. Las mujeres dejan de verse como tales y aceptan e interiorizan el rol de madres que no les deja tiempo para nada más. Para combatir esto un consejo “una salida mensual, arreglarse, y encontrarse con la pareja como cuando se era novios para despertar el deseo”.

Gracias a éstas recomendación, la complicidad y la conexión entre los dos aumentarán significativamente.



viernes, 14 de junio de 2013

Tips para bajar de peso enfocando a tu Cerebro


Cuando se quiere emprender una dieta para bajar de peso y llevar una vida más saludable, lo primero que se suele pensar es en disminuir la cantidad de comida que se ingiere y, a su vez, elegir alimentos bajos en grasa. Y es que cualquiera de nosotros sabe que será más efectivo y beneficioso elegir una ensalada de verduras que una hamburguesa completa a la hora del almuerzo o de la cena.
Pero dividir lo que se come en las categorías ‘bueno’ y ‘malo’ es, en principio, un error.Al menos esto es lo que afirma la doctorada en neurociencia y licenciada en biología molecular y celular Darya Rose, quien acaba de lanzar el libro Foodist.
“Los conocimientos de nutrición son importantes, pero son sólo una pieza del rompecabezas. El verdadero secreto es entender los comportamientos y las motivaciones desde sus raíces, y utilizar esta información para tener un impacto significativo en la salud. En este sentido, la buena salud comienza en el cerebro, no en el plato”, indica Rose desde su popular blog Summer Tomato.
Pero, ¿cómo hacer para que el cerebro sea el timón de nuestra alimentación? Algunas de las siguientes claves pueden ayudar a cumplir esta misión.

1.    No tildar a los alimentos que se comen de ‘saludables’
Muchas personas piensan que saludable es sinónimo de soso o poco. Los amantes del arte culinario saben bien que esto no es así: se pueden lograr riquísimos platos con alimentos beneficiosos para nuestro organismo. Sólo hay que saber cuáles nos gustan más y cómo prepararlos.
La propuesta de Rose es trocar el término ‘saludable’ por ‘bueno’ o ‘fresco’, al menos para evitar condicionamientos semánticos.
2.    Aprender a comer conscientemente
Prestar atención a lo que se ingiere es de suma importancia. Para lograrlo, lo mejor será apagar la televisión cuando se esté por comer; cerrar los ojos cuando se esté probando el plato, a fin de disfrutar su sabor al máximo; y masticar al menos 25 veces cada bocado, soltando el tenedor entre uno y otro.

3.    No dejar todo librado a la fuerza de voluntad
“Lo primero que debemos entender es que no tenemos tanto control sobre nuestras decisiones alimentarias como la mayoría de nosotros suponemos”, dice Rose. El autocontrol sobre lo que ingerimos tiene ciertos límites y éstos suelen ser bastante débiles, especialmente porque ejercerlos desgasta mucho, y un cerebro cansado tiende con mayor facilidad a caer bajo la tentación de una galleta dulce al final del día.
La solución a este problema es el automatizar la toma de decisiones lo más que se pueda. Es fácil decirlo, pero ¿es tan simple practicarlo? Entendiendo que no, la creadora de Summer Tomato explica que el primer paso es trabajar en la instauración de hábitos saludables y que nos gusten. Esto nos lleva directamente al siguiente tip:

4.    Crear y fortalecer buenos hábitos
Una buena idea es fijar horarios tanto para dormir como para comer. Esto hará que, por ejemplo, tengamos hambre en los momentos adecuados y conciliemos mejor el sueño.
En este punto hay que ser cautos: nuestro cerebro se abruma fácilmente, por lo que hay que trabajar en el desarrollo de pocos hábitos por vez: dos o tres como máximo.
“Trate de comenzar con algo tan simple como el desayuno”, indica Rose, quien propone un Muesli caliente con un chorrito de leche de almendras y canela.
Por otro lado, Rose aconseja divertirse a la hora de comprar los alimentos. Es por ello que elegir ferias de alimentos locales y orgánicos siempre será más atractivo que ir al supermecado.

5.    Llevar adelante actividades placenteras
Como señalábamos más arriba, todos los hábitos se forman a partir de comportamientos que resulten gratificantes. Esto quiere decir que si no disfrutamos de una determinada actividad, muy difícilmente logremos que eche raíces en nuestro día a día. Por esta razón, los alimentos que elijamos nos tienen que resultar sabrosos y la actividad física que elijamos practicar nos tiene que gustar.
El consejo de Rose sobre este último punto es invertir en un podómetro y desafiarse a sí mismo a dar unos 10.000 pasos al día. “Fijar y alcanzar una meta posible es una recompensa muy poderosa”, afirma la misma.

6. Registrar los resultados que se obtengan
Para poder identificar qué conductas nos hacen bien y cuáles no, lo mejor es llevar un buen registro de las mismas, por ejemplo, en un diario de alimentos.
El mencionado podómetro también es muy útil, ya que obliga a su usuario a sincerarse consigo mismo y verificar cuán activo es en verdad.
Por último, chequear el peso corporal regularmente y hacer un seguimiento del mismo (cruzándolo con los datos registrados en el diario de alimentos y con los que arroja el podómetro) hace más evidente si nuestras conductas están funcionando.


A fin de cuentas, al cerebro “le encanta saber que los esfuerzos que está haciendo están dando sus frutos. El seguimiento de su progreso, por lo tanto, es otra recompensa para que el cerebro refuerce los buenos hábitos”.


Tips para evitar la Cruda o Resaca



Las consecuencias de una noche de excesos casi todos las sabemos: dolor de cabeza, naúseas, malestar estomacal, pero ahora la ciencia ya busca un remedio contra la temida resaca, que causa tantos estragos causa.

Científicos de la Escuela de Ciencias Biológicas de la Universidad de Southampton han conseguido un gran avance al identificar el neurotransmisor implicado en la resaca. Si consiguen neutralizarlo, probablemente se detendría la cascada de efectos indeseados tras el abuso del alcohol.

Pero en lo que la ciencia encuentra un remedio para la cruda, te damos 10 claves para que la próxima vez no la pases tan mal:

1.- Evita las bebidas alcohólicas sin el adecuado proceso de destilación.

2.- No mezcles, excepto en el caso del vino (puede tomarse blanco y tinto en una misma comida)

3.- No revuelvas con otros alcoholes que contengan azúcar residual o con refrescos, que generalmente tienen altas dosis de azúcar.

4.- Alterna con agua a partes iguales.

5.- Bebe agua, por lo menos un litro antes de irse a dormir.

6.- Ingiere bebidas isotónicas, es decir rehidratantes, de esas que se utilizan después de hacer deporte.

7. En lugar de dormir 8 o 10 horas seguidas, interrumpir el sueño a las 6 horas para beber agua, y luego continuar el sueño.

8.- Beber el alcohol lentamente, con pequeños sorbos.

9.- Tomar algunas de las plantas que ayudan al metabolismo del alcohol en el hígado; por ejemplo, la raíz del diente de león.


10.- Las bebidas destiladas se procesan peor. Las bebidas claras como el vodka y el vino blanco, suelen provocar menos resaca.