Entre
el final y el comienzo de un nuevo año, suele ser costumbre bastante
generalizada el hacer planes, promesas y buenos propósitos, con la intención de
corregir determinados hábitos negativos o cambiar ciertas actitudes viciadas
que nos han creado problemas. Y, al mismo tiempo, diseñar nuevas estrategias o
formas de responder ante las dificultades, contratiempos, adversidades, y
emprender proyectos, asumir retos...
Pero,
¿cómo hacer propósitos de año nuevo que sean verdaderamente alcanzables y que
no sean motivo de desánimo y frustración cuando lo propuesto sobrepasa nuestra
capacidad o nuestra disponibilidad? He aquí una breve guía de cómo hacer
propósitos de año nuevo aplicable a diferentes ámbitos de la vida diaria.
- Sea flexible: Aún los mejores planes no siempre funcionan tal como esperamos, así que es importante ser flexibles. A veces se tiene que cambiar un plan que no está funcionando tal como esperamos. El aprender a alterar planes también es bueno.
- Haga una meta específica: Las resoluciones frecuentemente fallan ya que son imprecisas e imposibles de medir. Por ejemplo, alguien podría resolver ser una persona más agradable, ¿pero qué significa eso? ¿Cómo sabría alguien cuándo se logró esta meta, o si se la logró? Una mejor resolución sería hacerle un cumplido a una persona una vez por semana. Otro ejemplo de una meta específica sería aprender a tocar el piano.
- Tener una agenda: Tener una agenda puede ser útil a aquellas personas que quieren centrarse en un objetivo determinado. Una vez que el Año Nuevo ha pasado, es fácil olvidarse de los objetivos que nos hemos fijado, pero anotarlos en una agenda nos puede recordar lo que queríamos hacer. La agenda no hay que llevarla encima todos los días; de hecho esto podría convertirse en una tarea tediosa e incluso podría hacerles desistir del objetivo. Una breve referencia semanal o cada dos semanas, sirve para mantener el interés. Y la anotación no tiene por qué ser muy extensa, solo una o dos frases son suficientes.
- Proponerse un objetivo que se pueda lograr en un año: Esta pauta es especialmente importante para las personas que tienden a fijarse objetivos muy altos, a menudo más allá de lo que podrían lograr en un año. Por ejemplo, una posible solución para aprender a tocar Ingles, debería definirse más específicamente, proponiéndose un nivel al que se debe llegar. De lo contrario, algunas personas puede imaginarse hablando, leyéndolo y escribiéndolo al 100% y les podría decepcionar el no llegar a la meta. Así, pues, llegar a dominar un 60% de inglés podría ser un objetivo más realista. Por supuesto, si una persona va más allá de un objetivo, mejor.
- Tome nota de sus propósitos: Anotar la resolución y el plan de acción es importante, porque le ayudará a centrarse y recordar todo aquello que hayan resuelto. Además, le da un carácter de formalidad al plan y deja de ser tan solo una idea feliz para el Año Nuevo. Crear un plan y anotarlo ayudará a que se fije objetivos y encuentre maneras de cumplirlos.
- Crea un plan para alcanzar la meta: Aun si una meta es específica y alcanzable, sólo con establecerla no se convertirá en realidad. ¿Cuáles son los pasos necesarios para lograr la meta? En el caso de decir un cumplido a una persona por semana, un plan detallado podría no ser muy necesario. Sin embargo, pueden incluirse otros tipos de detalles tales como comenzar con amigos, luego con compañeros de clase o trabajo, pero nunca con desconocidos. Con la resolución de aprender inglés, el primer paso podría ser encontrar a un buen profesor de inglés o una academia, el siguiente paso sería practicar al menos 30 minutos por día.
- ¡Acción! Pasar de la teoría a la práctica sin dudarlo.
Año nuevo vida nueva